Al convertirte en Strega o Stregone, te comprometes personalmente a respetar estas pocas reglas de Aradia, que fueron dictadas por Aradia.
Las reglas de Aradia
Observa, participa, medita en cada Treguenda, porque en la unidad de todas estas fiestas está la base del poder de la Stregheria.
Si te hacen un bien, debes devolverlo. Si alguien quiere agradecerte por tu amabilidad, dile que necesita ayudar a otras tres personas; esto eliminará toda deuda kármica.
No uses las artes de Stregheria para parecer poderoso frente a los demás, para alardear.
No rebajéis los estándares del arte y con ello despreciéis las antiguas espiritualidades.
No le quites la vida a nada, aunque creas que un ser es inútil: todo lo existente es útil y tiene igual importancia en el ciclo de la vida.
No jures por tu honor a la ligera, porque estás obligado por tus palabras y por tus juramentos.
No se rebaje ante ninguna autoridad que no sea la de los Dioses. En su lugar, coopere, pero siempre asegúrese de respetarse a sí mismo y defender su honor.
Sea respetuoso con los demás y puede esperar que ellos lo respeten a usted.
Enseñe lo que sabe a todos los que parezcan dignos y facilite así la continuación de la práctica de la antigua religión.
No menosprecies ni degrades las creencias religiosas de otra persona, simplemente declara tus propias verdades. Esfuércese por estar en paz con aquellos cuyas creencias difieren de las suyas.
No causar daño o perjuicio a nadie a menos que sea en defensa propia o de otro.
Sea compasivo con los demás, todas las personas tienen un corazón y un alma y son sensibles y necesitan apoyo.
Sé sincero, sé tú mismo, no hagas nada que vaya en contra de tus propios valores, de tu personalidad, aléjate de lo que pueda resultarte ofensivo, de lo que te sea contrario.
Adora todo en la naturaleza. No destruyas nada, no desperdicies nada. Viva en armonía con la naturaleza, porque el camino de la naturaleza es nuestro camino.
Dejen su corazón y su mente abiertos a los Creadores, así como a sus hermanas y hermanos humanos.
