Ésta es la historia del combate de Cuchulainn con Senbecc, del rama roja de la mitología Irlandesa.
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PalancaLa pelea de Cuchulainn con Senbecc
Una vez, Cuchulainn estaba en su carro a orillas del Boyne, y Loeg, el hijo de Riangabair, estaba con él. Y estaba rodeando a los nueve héroes en el río, matando el salmón de Lind Feic, cuando vieron a un hombrecito con una túnica púrpura y un pequeño barco de bronce debajo... en el Boyne, que no remaba en absoluto. Cuchulainn lo tomó en la mano con su bote. "Estás atrapado", dijo Cuchulainn. “Lo más probable entonces”, dijo [el hombrecito] “es que dé un rescate, es decir, mi abrigo y mi camisa. Tienen su virtud, es decir, se adaptan a cualquier hombre, sea pequeño o grande. Éste no puede ser ahogado ni quemado mientras estén sobre él. No envejecen, ni tampoco el usuario, y tendrán cualquier color que te guste. » “Son míos sin él”, dijo Cuchulainn. “Toma mi escudo y mi lanza, y no podrás ser vencido en batalla ni en combate, y nunca sufrirás daño mientras el escudo te proteja. » “Son todos míos”, dijo Cuchulainn. “Son… de mi puño. » “Eres duro conmigo”, dijo Senbecc. “¿Qué es esta cosita contigo? » preguntó Cúchulainn. “Un arpa pequeña”, dijo Senbecc, “¿quieres que te la toque? » “Sería feliz”, dijo Cuchulainn. Luego pasó los dedos por encima, de modo que Cuchulainn derramó lágrimas ante el aire melancólico. Luego tocó la alegre melodía y Cuchulainn reía sin cesar. Tocó la melodía para dormir y Cuchulainn se durmió y su sueño duró de una hora a otra. Senbecc regresó a casa y
Fuair hua Eibricc forsin sruth
itir sceoil ainscelu gugud
Séphain Senbecc sal iar sruth
hacer Coinculaind chostadhach.
Ni hagh a seinm na suainchi
Senbecc na seghsa siancha
para bruinnib Bonne braiche
hacer dhalta Scathchi sciathcha.
Senbecc ua hEibric a Seghais
is é ro sepaind a seinm.
Finalizado.