En el noreste de España se encuentra la comunidad autónoma de Galicia, una tierra que tiene su propio mitología y el suyo leyendas. Entre ellos, el Santo Compañero es el más famoso. Data aproximadamente del siglo XVI y consiste en una procesión un tanto oscura porque está vinculada a las almas errantes y marca la frontera entre el mundo de los vivos y el de los muertos, asociado a un fuerte olor a cera.
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PalancaEl Santo Compañero, mucho más que una leyenda gallega
Aunque es en Galicia donde más arraigo tiene, es cierto que es, sin embargo, mucho más que una leyenda exclusivamente gallega. En otras partes de España existen historias similares, conocidas como la Vela, la Visión o la Aparición.
En Asturias encontramos la "Güestia", en Extremadura es la leyenda "El Corteju de Genti de Muerti" la que más se le acerca, la "Estadea" y la Comparsa de Ánimas es lo que se conoce como un fenómeno similar en el reino de León, e incluso en regiones influenciadas por religiones celtas como la Gales y elEscocia Se encuentran leyendas similares.
¿Qué es el Santo Compañero?
Los relatos de la mitología gallega y sus leyendas se transmitían de forma oral, por lo que es difícil dar una definición exacta de lo que es el Santo Compañero. En pocas palabras, podemos decir que es la procesión de almas errantes o almas del purgatorio que piden a los vivos rezar por su eterno descanso. Así, para satisfacer al Santo Compañero, se acostumbra interceder por estas almas durante una misa o rezar por ellas.
Otras fuentes indican que la Santa Compañera aparece para anunciar la muerte de alguien o que su aparición nos hace saber que reclama el alma de ese difunto. También puede representar el reproche hecho a la familia del difunto por errores cometidos por los miembros de esta familia durante la vida de la persona fallecida.
Habitualmente, los testigos que han visto al Santo Compañero lo describen como un cortejo fúnebre donde los integrantes que lo componen caminan descalzos, visten túnicas largas y cuyo rostro se oculta bajo una capucha. Llevan velas en sus manos, despidiendo un fuerte olor a cera. A veces también llevan antorchas.
A la cabeza de la procesión va un personaje vivo, un habitante del lugar que lleva una cruz oa veces un caldero de agua bendita, una pila o cualquier otro signo de referencia cristiana; de ahí viene el adjetivo “Santo” aunque todo eso no tenga nada que ver con la santidad.
El número de los integrantes del Santo Compañero también puede variar: algunos afirman que son seis o doce, pero en otros casos se menciona hasta cincuenta o sesenta participantes.
El mensaje que trae esta leyenda gallega
Según las leyendas gallegas, la persona que encabeza la procesión de la Santa Compañera morirá pronto: no descansa por la noche, y en lugar de dormir, sale de su casa sin que nadie la vea para encabezar este desfile: al día siguiente, lo hace. no recuerdo nada. Esta persona sólo se salvará de su destino fúnebre si entrega la cruz que lleva a otra persona que lo sustituya.
Durante siglos, el mito de la Santa Compañera ha sido muy popular en Galicia y, en teoría, podrías encontrarte con ella en tu camino en cualquier lugar oscuro después del anochecer. Hoy en día, debido al aumento de vías y alumbrado público, parece que este fenómeno es cada vez menos frecuente.
Si la Santa Compañera pudo durar siglos, es también porque se benefició de cierta protección eclesiástica; si el párroco del pueblo no desmintió esta leyenda, entonces siguió viva. Como decíamos, esta reunión de espíritus del purgatorio, envueltos en un aura de santidad y magia, era como una especie de transición donde estos espíritus inquietos regresan a la tierra para reclamar misas en su nombre.
Estas misas estaban muy bien pagadas en su época y quizás por eso los sacerdotes no las rehusaban, aunque iba en contra de los principios básicos de las creencias cristianas. Sólo en el Día del Juicio, los muertos saldrán de sus tumbas, como predijo San Juan.
¿Quién puede ver al Santo Compañero?
No todos pueden ver al Santo Compañero; algunos de los testigos que lo vieron dicen que vieron todas las almas, otros solo sintieron su presencia, aun otros afirman haber visto solo las velas y otros finalmente incluso dicen que supieron que la procesión pasaba simplemente porque olió el fuerte olor de cera. También se dice que algunos niños pueden verlo si, durante su bautismo, el sacerdote los bendijo con aceite de muertos en lugar de bendecirlos con agua bendita.
Es interesante señalar que este fenómeno está tan arraigado en la cultura popular y rural de Galicia que cada comarca tiene su propio país, con unas características propias que la diferencian de otros municipios vecinos. Ainsi, dans certaines régions, l'on ne fait pas référence à des bougies mais à des âmes circulant avec des torches allumées et, qu'en plus du pénitent qui porterait la croix, se trouverait une autre personne portant un étendard et une autre portant una campana.
¿Cómo protegerse del Santo Compañero?
Si en tu camino te encuentras con el Santo Compañero, debes protegerte para que no te entreguen la cruz que abre la procesión. Puedes hacerlo de diferentes formas: la protección más común es dibujar un círculo en el suelo con un trozo de madera (preferentemente de olivo bendito) y posicionarte en este círculo. Otros aconsejan tumbarse en el suelo, boca abajo, para no encontrarse con la mirada de las almas errantes. También puedes protegerte teniendo algo en tus manos, como comer algo o jugar con un trozo de madera...
Como te querremos ofrecer una cruz si te encuentras con el Santo Compañero, puedes cruzarte de brazos y pronunciar el nombre de Jesucristo o responder: "Ya tengo una cruz" cuando el vivo al frente de la procesión querrá para darte lo suyo. Esta persona a veces está al final de la procesión, e incluso sucede que a veces no se ve a ninguna persona viva en la procesión. Algunos finalmente dicen que puedes ahuyentar este desfile haciendo una señal de los cuernos.