Los cuentos del Pensamiento contienen los siguientes cuentos: El lare doméstico, Cuento de amor, El cántaro de oro, La princesa de las aguas, El bien de los demás, El sombrero que invisibiliza, El cuento del rico, El rey y el barbero, El hombre y el diablo, La camisa adornada con diamantes, Aslanzate y Zanpolate, La niña en el pecho, Hermano cordero, Miedo, Rie bien quien rie ultimo, Talou Orlan, Topal, La cometa reveladora, El Cazador Ahmad, El Derviche y las Hijas, La Hija del Rey de porcelana, Granada, Nerso
Contenido
PalancaEl lare doméstico
Había un pobre que trabajaba para los campesinos. Una vez al año tenía derecho a un saco de trigo y un par de zuecos. Trabajó tan duro que se enfermó y tuvo que tomarse un año de descanso.
Un día un terrateniente rico lo llama y le dice:
Ve al monte, allá arriba donde pastan mis caballos, recógelos, cuéntalos, cuídalos, te daré un saco de trigo y un par de cascos. "
El criado sube a la montaña, ve a un hombre que había recogido los caballos, los había frenado y que estaba sentado en silencio. El hombre le pregunta:
" Quién eres ? "
– Soy un hombre pobre, un peón; el agha me envió a recoger sus caballos, contarlos, currylos y protegerlos. "
¡Ah! dijo el hombre, puedes descansar, te ahorré todo este trabajo. "
Bueno, pero ¿quién eres tú? Dijo el ayuda de cámara.
" Soy el siervo del que te envió. "
" Y mi lare, ¿dónde está? Dijo el ayuda de cámara.
" Tu lar está al otro lado de la montaña, sentado al pie de una roca. "
El pobre se va. Llega a la roca, busca, llama; finalmente encuentra a su pobre criado, se arroja a sus pies, le ruega que se apiade de él, que le permita volver a casa, liberado de su pobreza.
" Va, dijo el lare, Te sigo, te ayudaré.
Aquí tienes tres huesos, te los daré. Con estos huesos te harás rico y vivirás mucho tiempo "
El ayuda de cámara regresa al pueblo. En el camino, se encuentra con tres niños que discuten sobre un objeto brillante. Ellos pelean, discuten. El ayuda de cámara les da a cada uno un hueso de nudillo, los calma, toma la piedra brillante, se va a casa, pone la piedra en la ventana y se va a la cama.
Imagina que esta piedra fuera un rubí. Brillaba en la noche, se iluminaba por todas partes, pero el anciano no sabía nada al respecto.
Un día, pasa un comerciante, le ofrece cien piezas de oro. Toma el rubí, va al pueblo y lo vende por cuatrocientas piezas de oro. Luego vuelve a comprar otro. Cuando se entera de que el ayuda de cámara lo consiguió por tres nudillos y le vendió cien piezas de oro, inmediatamente se derrumba, cae muerto.
El ayuda de cámara hereda su fortuna.
El criado del pobre lo había seguido.