Dabeiba Katio

Cuando el mundo aún era joven, una hermosa mujer llamada Dabeiba vivió entre los Katio desde el principio de los tiempos y se dedicó durante muchos años a enseñar todas las cosas a su pueblo.

dabeiba katio

Dabeiba del Katio

Cuando el mundo aún era joven, una hermosa mujer llamada Dabeiba vivió entre los Katio desde el principio de los tiempos y se dedicó durante muchos años a enseñar todas las cosas a su pueblo.

Ella tomó las vides y las hojas con sus delicadas manos y tejió las canastas, las esteras, las alfombras, las chinas (abanicos) para encender el fuego; ella observaba pacientemente cómo los hombres aprendían y los corregía cuando se equivocaban, hasta que las telas estaban bien hechas.

Ella tomó el barro, lo mezcló con agua e hizo vasijas, platos, ollas y muchas otras cosas; así los alfareros conocieron su oficio.

Dabeiba, la hermosa hija de Karagabí, Señor del Cielo, no se cansaba de enseñar. Le mostró a Katio cómo pintar el cuerpo y elegir los colores: el rojo del achiote, el amarillo de la piña, el azabache de la jagua. con el tallo de ochoo, les enseñó a teñirse los dientes. También impuso el sabor de ciertas plantas, como el amargor del cacao y el amargor agridulce del mamoncillo (quenetier).

Cuando estuvo segura de que las personas sabían pintarse el cuerpo, quitar colores a las plantas y reconocer el sabor de ciertos alimentos, les enseñó a sembrar y cosechar yuca y maíz. Después de mucho esfuerzo, los indios aprendieron todo y el trabajo de Dabeiba estaba hecho.

Cuando Karagabí vio que su trabajo estaba hecho, la llamó para que se uniera a él en el cielo. Un día, de madrugada, Dabeiba subió al Cerro León y desde la cima se elevó lentamente para volver al seno de su padre. A pesar de que era muy temprano, la niebla subía sobre las quebradas, los truenos y la llegada de la lluvia, algunos indios la vieron subir y subir hasta perderse entre las nubes, arriba de las copas de los árboles. Del cielo, para que los indios la recuerden y sean buenos, les envía truenos, terremotos y tempestades. Por eso se dice que Dabeiba es la diosa de las tormentas.