En 1832, Washington Irving, un talentoso escritor estadounidense a quien debemos Sleepy Hollow: El Leyenda jinete sin cabeza, publicar Cuentos de la Alhambra. El novelista, ensayista y biógrafo retrata los rasgos de Granada, su ambiente romántico, sus tradiciones, pero también su leyendas los alrededores de la Alhambra donde él mismo vivió unos años.
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PalancaCuentos de la Alhambra
Una placa conmemorativa y una estatua rinden homenaje a Irving. "Esa fuerte mezcla de sarraceno y gótico, que data de la época de los moros, y el carácter particular de ciertas escenas callejeras que nos recordaban pasajes de Las mil y una noches", escribe sobre esta obra maestra arquitectónica. Pero echemos un vistazo más de cerca a estos mitos mencionados por el autor.
Leyenda de la sala de los Abencerrajes
Una familia de la nobleza musulmana que una vez vivió en la Alhambra, los Abencerrajes (o Abencerrajes) habrían sufrido la ira de los Zenetes, sus rivales políticos. Cuenta la historia que estos últimos inventaron una relación amorosa entre su Sultana y uno de los Abencerrajes, lo que tuvo el efecto de enfurecer al Sultán Boabdil, el último emir nazarí de Granada.
Según la leyenda, entonces organizó una fiesta durante la cual decapitar 36 jinetes y miembros de la familia Abencerrajes en el salón sur del Patio de los Leones que hoy lleva su nombre. El color rojizo de la piedra de la fuente vendría de esta sangrienta masacre. Pero según Washington Irving estos hechos no serían reales y emanarían de una confusión histórica con los antiguos emires nazaríes.
Leyenda de la Puerta de la Justicia
En la puerta de la Torre de la Justicia, una de las principales entradas a la Alhambra, se representa en el arco interior una llave. El arco exterior está adornado con una mano cuyos dedos simbolizan los cinco pilares del Islam (creencia en un solo Dios, las cinco oraciones diarias, limosna, ayuno y peregrinación a La Meca). Dice la leyenda que el día en que se juntarán esta llave y esta mano, es decir, en que se derrumbará la Alhambra, coincidirá con el fin del mundo.
Leyenda de la Silla del Moro
Más arriba en la colina de la Sabika, donde se encuentra la Alhambra, hay una silla muy especial. Fue en este mismo lugar donde Boabdil el Moro vio impotente durante su reinado cómo crecía la revuelta en su ciudad de Granada. Desde allí arriba, pudo contemplar el alcance de los daños causados por esta insurrección en los palacios nazaríes y en toda la ciudad andaluza.