Cuento Tokelau: Sifo

los cuentos de Tokelau contienen muchas referencias a personajes y eventos mitológicos que se encuentran en cuentos de otras partes de Polinesia. Varios mitos mencionar los viajes a Fiji y la gente de allí, una característica común de los cuentos de Samoa. Este es el cuento de Tokelauan de Sifo.

Sifo

La historia de Sifo

Había una vez una virgen muy hermosa llamada Sina que tenía cuatro pretendientes: Pili, Ulio y Moko, que eran lagartijas; y Sifo, que era un hombre. Pili vino primero a pedirle matrimonio y al acercarse le cantó una cancioncilla: “Soy Pili, la lagartija, que ha venido a pedirte que te cases conmigo; pero, ¡ay!, no puedo caminar y solo puedo arrastrarme”. Sina se volvió hacia Pili y le dijo: “¿Cómo puedes ser mi esposo? No puedes caminar y no puedes hacer tu trabajo”. 

Entonces Ulia se acercó a ella y le cantó una cancioncilla: “Soy Ulia, la lagartija, que ha venido a pedirte que seas mi esposa; pero, ¡ay!, solo puedo arrastrarme y no puedo caminar”. Sina siente a Ulia lejos, porque él tampoco podía hacer nada. Moko fue el siguiente, pero Sina también lo despidió porque era un lagarto. Finalmente, el hombre se acercó a Sina y le dijo: “Ya voy. Soy un hombre que camina y no gatea. Me gustaría que fueras mi esposa”. Sus padres aceptaron su matrimonio y Sina se convirtió en la esposa de Sifo y se fue a vivir con él a su isla.

Cuando estaban en la casa de Sifo, Sina hizo un sonido de succión con los labios (miso). Sifo le preguntó qué deseaba y ella dijo que quería beber. Afuera de la casa había dos cocoteros, uno el árbol de los dioses y el otro el árbol de los hombres. Sifo trepó al árbol de los dioses, que era un árbol tapu cuyas nueces nadie podía beber sin morir, y recogió una nuez para su esposa. Tinilau estaba a la mitad del árbol, atrapó la nuez y la arrojó al árbol de los hombres, quitándose así el tapu antes de que la nuez cayera al suelo. Sina bebió el coco y comió el grano sin efectos desastrosos.

Después de eso, el hombre llevó a su esposa al bosque que era propiedad de los espíritus. Se fue por el lado del mar del monte, pero envió a su esposa por el camino del medio. Mientras avanzaban, llamó a su esposa para ver si aún vivía y para preguntarle dónde estaba. Tinilau caminaba detrás de ella y cuando llegaron a cada lugar espiritual (malae atu) en el monte, que había muchísimo, le dijo el nombre y ella lo gritó a su marido. 

Así con Tinilau escapó de ser raptada por los espíritus de la selva. Finalmente llegaron a un anciano, Patikole, que estaba machacando cáscaras de coco para obtener fibra para hacer cuerdas. Tinilau le pidió a Patikoli que pusiera a Sina debajo de su pierna mientras él se sentaba como un sastre. Sifo se acercó a ellos y en ese momento Sina hizo un sonido con los labios (miso) llamándolo. Sifo la escuchó y preguntó qué era, pero Patikoli dijo que era su rodilla la que hacía el sonido. Patikoli estaba muy enojado porque Sina había hecho un miso y no la dejaba levantarse. 

Sifo regresó a casa y llevó su flauta al borde del arbusto y tocó para su esposa. Ella lo escuchó pero no pudo ir hacia él. Finalmente Tinilau la llevó a su tierra y se casó con ella, y Sifo volvió a casa a llorar por su esposa.