Pianencs conocen esta historia, que se ha convertido en un leyenda local, pero no trates de evocarlo fuera del pueblo… ¡es demasiado vergonzoso! Esta es la historia del Burro de Pia.
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PalancaBurro de pia
Es la historia de un pianenc feliz dueño de un burro, que suponemos de raza catalana por supuesto. Dejando su establo con su amo para ir a su trabajo, el dúo pasó frente a la iglesia, que exhibía un magnífico diente de león en lo alto de su campanario, un diente de león probablemente nacido de una semilla traída por un viento bromista o un pájaro codicioso y que, estando allí, creció y produjo flores muy hermosas.
En cada pasaje, el burro veía este hermoso diente de león y comenzaba a rebuznar de lujuria y era necesario implementar tesoros de la imaginación para hacerle pasar las ganas de morderlo y seguir su camino.
Un día, su dueño se cansó de estos caprichos y decidió regalarle el diente de león. Cogió una cuerda, subió a la cima del campanario, la pasó por una polea y ató un extremo de la cuerda al cuello del burro. Luego tiró con todas sus fuerzas para que el animal trepara a la flor. Evidentemente el burro empezó a rebuznar de dolor, pero sus gritos fueron interpretados de alegría por este pianenc tan poco inteligente.
El burro nunca pudo comer su diente de león ni nada más, y todo el pueblo lloró su muerte. Es desde ese día que el burro es el símbolo de Pia, además de ser el de la Cataluña.