Cuentos vascos 6

Cuentos vascos

Aquí hay varios cuentos. vasco : Etsai élève, Le moissonneur, Bardos

Cuentos vascos

Alumno de Etsai

Habitante de la cueva de Leiza de Sara, Etsai (diablo), tuvo allí una escuela donde enseñó en poco tiempo las ciencias, las artes y las letras. Aquí estudiaron los dos hijos de Mari, Atarrabi y Atxular, y otros compañeros. El pago que exigía por su cargo era el siguiente: al término de sus estudios mantendría a su servicio y para siempre a uno de sus alumnos escogido por sorteo.

Una vez, sin embargo, prometió no exigir tal tributo si podían decir de qué material estaba hecho uno de sus barcos. Pasó el tiempo y los escolares no pudieron penetrar este secreto. Uno de ellos fue a Akelarre (páramo de cabras) o campo de magos. Se subió a un árbol. En este lugar se reunían muchas brujas y magos junto a su líder Etsai.

Después de bailar un poco, Etsai comenzó a conversar con una bruja y le dijo:

“Mañana vendrán los alumnos y me dirán de qué material es mi jarrón”.
“¿De qué material está hecho este jarrón? preguntó la bruja.
"No puedo decírtelo".
"¿No me lo dirás? ¿No confías en mí? »
“Pero eso sí: mi jarrón está hecho de uñas cortadas el viernes y el domingo”.

El alumno que había escuchado este diálogo, recitó a Etsai la lección aprendida en el Akelarre.
Tras lo cual los alumnos de su promoción fueron liberados.


El segador

Un día Jesús y San Pedro estaban caminando en la cosecha.
– “El bello trigo”, dice Pierre
– “¿Qué dices ahí?, continúa el amo del campo, la cosecha es más que mediocre”.

Entonces Jesús le dijo a San Pedro:
"Su codicia será castigada, y solo tendrán una fanega de trigo por cada carreta de gavillas".

Más adelante encuentran a una pobre mujer aserrando laboriosamente trigo delgado. Pedro le dijo:
– “Mi buena señora, no tendrá una cosecha famosa”.
– “Que Dios me la guarde y seré feliz”, responde la mujer.

Jesús le dijo a San Pedro:
“Su sumisión tendrá su recompensa. Cada gavilla le dará una fanega de trigo”. Mientras Jesús continuaba su camino, Pedro se acercó y le dijo a la mujer:
– “Haz tus gavillas lo más pequeñas que puedas”.


Bardos

Tandis qu’ils cheminaient sur terre, le seigneur Jésus et saint Pierre parvinrent à la limite du pays vasco. Ils étaient fatigués, et ils s’assirent tous les deux sur le bord du chemin.

Después de respirar un poco, mirando a su alrededor, San Pedro le dijo a Jesús:
- "¿Qué vamos a hacer con este rincón, mi señor?" »
- "¡Bah! oye, ni vasco ni gascón… de eso vamos a hacer Bardos. »
Y resucitados ambos, lo hicieron... Bardos.